Sinopsis
Dita Dorachova, una niña checa de 14 años, es llevada junto a su familia al campo de concentración de Auschwitz. Allí Fredy Hirsch ha levantando en secreto una escuela. En un lugar, donde los libros están prohibidos, Dita se convierte con su empeño y valentía en la guardiana de los únicos volúmenes de la biblioteca más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca. En medio del horror nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde nunca y no pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en medio de ese horror, "abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones".
Como os podéis imaginar es un libro con una dureza que parte el alma. Son hechos que por desgracia están en la historia. No se pueden borrar, pero sí aprender de ellos para que no vuelvan a repetirse. Que la protagonista sea una niña lo hace más duro si cabe. He llorado, me ha enternecido la forma que tiene Dita de ver las cosas, su inocencia (perdida en gran parte por la situación que le toca vivir), la valentía... No os cuento más. Me ha gustado mucho, pese a la dureza, y os lo recomiendo.
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