Sinopsis
En una ciudad que ha perdido el brillo, un policía lucha contra las sombras. Noche de Reyes de 2011, el inspector Hector Salgado no puede conciliar el sueño y fuma un cigarrillo tras otro. De madrugada, aún insomne, recibe la llamada del nuevo agente a sus órdenes: la secretaria del director general de una conocida empresa de cosméticos se ha arrojado a las vías del metro. Parece un caso menor, pero con el paso de los días Salgado irá descubriendo que tras ese presunto suicidio se esconde una compleja y peligrosa red de mentiras. Entretanto, la agente Leire Castro, atrapada en casa por una baja médica, también piensa en un caso nunca cerrado. Es un misterio al que no puede resistirse. Y aunque en su estado no debería emprender una investigación, en su carácter está no detenerse, insistir, derribar esas fachadas que siempre ocultan males mayores...
Novela con dos tramas, una principal y otra secundaria pero fáciles de seguir las dos. A medida que pasas las páginas el misterio se va complicando, se va añadiendo más leña al fuego... y, como pasa en la primera novela de este autor, te va atrapando por la necesidad de saber qué ha ocurrido realmente. No está mal, es entretenida, pero me esperaba un final más espectacular (no os lo voy a desvelar) pero si te paras a pensarlo es algo que puede ocurrir en la vida real (de hecho no sería la primera vez que ocurre). Deja la puerta abierta para una tercera novela. Tanto la primera entrega como esta se leen muy rápido así que son buenas lecturas para este verano en la playa, si es que llega el verano...
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