Sinopsis
Otoño de 1941. Una mujer abandona a su familia para ingresar en las filas de la SS. Su marido y sus dos hijos -Peter, que apenas tiene unos meses, y Helga de cuatro años- deben aprender a vivir sin ella... Casi sesenta años después, bajo el cielo gris de Viena, Helga se dirige a la residencia donde está ingresada su madre, ya nonagenaria. Alguien le ha suplicado por carta que vaya, que olvide, que perdone. Entre 1941 y 1998, un solo encuentro decepcionante y frío entre ambas. ¿Debería haber rechazado la citación? No sabe qué pensar cuando la ve: una anciana temblorosa de apenas cuarenta kilos, la cáscara de la cruel celadora que participó activamente en el Holocausto... y que sigue aferrada a la ideología nazi. Helga necesita respuestas a preguntas que quizá no las tienen. ¿Debe sentir rabia o piedad? ¿Por qué los abandonó? "Te miro, madre, y siento una dualidad terrible y desgarradora: la instintiva atracción hacia mi propia sangre y el irrevocable rechazo por lo que has sido..., por lo que sigues siendo."
Un libro corto pero con suficiente fuerza para conmover. No hacen falta muchas palabras para decir muchas cosas y Helga Schneider nos lo demuestra con "Déjame ir, madre". Helga es muy pequeña cuando su madre los abandona, a ella y a su hermano, e ingresa en las SS. Unos sesenta años más tarde Helga recibe noticias de una amiga de su madre para que vaya a verla. Su madre ya tiene más de 90 años y está ingresada en una residencia. A lo largo de su vida solo han tenido un fugaz encuentro y Helga tiene sentimientos encontrados. No sabe si realmente quiere ver a su madre, no está de acuerdo con sus ideas, pero sigue siendo su madre y los lazos del corazón son muy fuertes. Todos somos testigos de ese encuentro. Helga nos cuenta en primera persona esa visita y cómo vivió ella la ausencia de su madre. Necesita respuestas y cree que es el momento de conseguirlas. A través de una especie de entrevista que Helga hace a su madre, descubrimos que a pesar de los años que han pasado, las ideas de su madre no han variado; sigue siendo una fiel defensora de la ideología nazi y no se arrepiente de ninguno de sus actos e incluso se muestra orgullosa. Una novela original que no deja indiferente, llena de sentimientos y muy recomendable si os gustan las historias de la Segunda Guerra Mundial.
Un libro corto pero con suficiente fuerza para conmover. No hacen falta muchas palabras para decir muchas cosas y Helga Schneider nos lo demuestra con "Déjame ir, madre". Helga es muy pequeña cuando su madre los abandona, a ella y a su hermano, e ingresa en las SS. Unos sesenta años más tarde Helga recibe noticias de una amiga de su madre para que vaya a verla. Su madre ya tiene más de 90 años y está ingresada en una residencia. A lo largo de su vida solo han tenido un fugaz encuentro y Helga tiene sentimientos encontrados. No sabe si realmente quiere ver a su madre, no está de acuerdo con sus ideas, pero sigue siendo su madre y los lazos del corazón son muy fuertes. Todos somos testigos de ese encuentro. Helga nos cuenta en primera persona esa visita y cómo vivió ella la ausencia de su madre. Necesita respuestas y cree que es el momento de conseguirlas. A través de una especie de entrevista que Helga hace a su madre, descubrimos que a pesar de los años que han pasado, las ideas de su madre no han variado; sigue siendo una fiel defensora de la ideología nazi y no se arrepiente de ninguno de sus actos e incluso se muestra orgullosa. Una novela original que no deja indiferente, llena de sentimientos y muy recomendable si os gustan las historias de la Segunda Guerra Mundial.