Sinopsis
Hasta que tuvo lugar el Drama existían dos ramas de la familia Goldman: los Goldman de Baltimore y los Goldman de Montclair. Los Montclair, de los que forma parte Marcus Goldman, autor de "La verdad sobre el caso Harry Quebert, es una familia de clase media que vive en una pequeña casa en el estado de Nueva Jersey. Los Baltimore, prósperos y a los que la suerte siempre ha sonreído, habitan una lujosa mansión en un barrio de la alta sociedad de Baltimore.
Ocho años después del Drama, Marcus Goldman pone el pasado bajo la lupa en busca de la verdad sobre el ocaso de la familia. Entre los recuerdos de su juventud revive la fascinación que sintió desde niño por los Baltimore, que encarnaban la América patricia con sus vacaciones en Miami y en los Hamptons y sus colegios elitistas. Con el paso de los años la brillante pátina de los Baltimore se desvanece al tiempo que el Drama se va perfilando. Hasta el día en el que todo cambia para siempre.
Vuelve Joël Dicker a enganchar con una novela y es que es empezar a leer y no poder parar. Es un libro totalmente distinto al anterior, "La verdad sobre el..." pero sí recupera a su protagonista, Marcus Goldman y nos cuenta su vida, la de su familia y la relación con sus dos primos, Hillel y Woody, con la que forma la banda de los Goldman. Marcus pertenece a los Goldman de Montclair pero durante las vacaciones se va con la otra parte de la familia, los Goldman de Baltimore. Estos últimos tienen un nivel de vida mucho más alto que la familia de Marcus y él está fascinado, y siente cierta envidia, por su estilo de vida. Desde el principio sabemos que ha pasado algo: el Drama. En torno al drama gira la acción de toda la novela. A través de flashbacks conocemos la infancia de los tres niños, su adolescencia y el resto de su vida. Todos los personajes están muy bien definidos, son interesantes y tienen cada un importante papel en la historia. Estos cambios de tiempo son continuos y hacen que la lectura sea muy ágil y siempre quieras saber un poco más. Aunque no es un libro típico de suspense, sí tiene cierta intriga y el autor nos va dando la información poco a poco, en pequeñas dosis a lo largo de los capítulos hasta llegar a un final que... Es un libro de familia, amistad, lealtad y sufrimiento que hace reflexionar: las apariencias engañan. No tiene nada que ver con el libro de Harry Quebert pero está igualmente bien narrado y resulta igual de adictivo a pesar de no tener un crimen que resolver. Recomendable sí o sí. Estoy deseando leer más libros de Joël Dicker para ver si es capaz de mantener el listón.
Es una labor tan impagable la que hace Vd. por nosotros que pensar agradecerla, a corazón desnudo, con solo palabras se quedará siempre en un intento corto, infructuoso y vano.
ResponderEliminarMi esposa y yo le seguimos en silencio como tantos y tantos lectores que tenemos muchísimo que agradecerle, pero que no tenemos la gallardía de apoyarla y opinar con comentarios que seguro a Vd. le animarían a seguir con ésta tarea orientativa y dulce de la que (sin pago alguno) nos beneficiamos.
¿Lo escucha? ... sí, entono un mea culpa lastimero y sincero.
Reciba dos besos de Flor y Porfirio.
Feliz Año Nuevo.
... para todos los Años Nuevos de su vida.
Bienvenidos Flor y Porfirio, muchísimas gracias por vuestro cariñoso comentario. Ha sido una inyección de estímulo para seguir adelante. Perdonad el retraso en publicarlo y en contestar, las navidades han sido muy moviditas con muchas reuniones familiares y con amigos y poco tiempo para sentarme ante el ordenador. Yo soy la que tengo que daros las gracias, este blog sin personas como vosotros no tendría razón de ser y si os sirve para escoger nuevas lecturas me doy totalmente por satisfecha. Saber de personas como vosotros me visitáis me llena de orgullo. No hay mea culpa que entonar, en todo caso yo debería hacerlo por retrasarme tanto...
EliminarOs deseo también a vosotros un muy feliz año nuevo y que podáis disfrutar de los libros durante muchos años nuevos más.
Un beso y, aunque resulte cansina, muchas gracias.
Gira la memoria
ResponderEliminarcomo caja de afectos,
como agua de noria
refrescando aquel tiempo
que se fue cantando
entre petardos de fuegos
de Fiestas preciosas,
¡toros a las cinco de la tarde!
entre revoleras de sueños.
Gira la memoria
(y vuelve a acariciarte)
entre murmullos lejanos
de caras recordadas,
algunos besos robados,
primeras novias,
recientes amigos eternos,
compañeros de juegos
de pausados veranos.
Gira la memoria
que encierra ésos días
porque fuiste feliz….
¡quizá sin saberlo!,
sin valorar tu huida,
sin percatarte entonces
de lo agradable y dulce
del transcurrir sencillo
……… de la vida.
Hoy Cuqui, un abrazo grande.
Como quien atrapa pollos en un callejón.
Muchísimas gracias Porfi!!!! Es la primera vez que me envían una poesía...
ResponderEliminarGracias por vuestras visitas, incluyo a Flor, siempre es una alegría recibir comentarios.
Un abrazo