Nunca me había retrasado tanto en publicar una entrada y me he acordado mucho de todos vosotros. He estado de viaje y me ha resultado imposible cumplir con vosotros, lo siento. Me encantaría ser de esas personas que se suben a un coche y son capaces de leer, escribir e incluso conocí a una que hacía ganchillo en los viajes. Yo no tengo esa suerte, soy de las que tengo que ir sentada delante, mirando al frente si es que no quiero tener que hacer "paradas de urgencia". Una pena pues el viaje que hemos hecho ha sido de muchas horas de coche y no me gusta estar tanto tiempo sin hacer nada. Sí, disfruto del paisaje y dicen que soy buena copiloto pero sé que tengo el libro en la maleta y lo oigo que me llama desde el maletero. No, no soy de las que llevo el libro en el bolso, la tentación de abrirlo es muy grande y las consecuencias muy pesadas para los que viajan conmigo. Otra cosa que hago, cuando viajo, es ponerme unos zapatos cómodos y recorrerme la ciudad que visito de cabo a rabo. Procuro recorrer todos sus rincones y probar la gastronomía de la zona. Gracias a los campeonatos deportivos de mis hijos estoy conociendo ciudades españolas a las que nunca habría ido si no tuviese alguna disculpa. Es lo que nos pasa muchas veces, hay rincones en España que "como están cerca" los dejamos para otra ocasión y nos dedicamos a visitar ciudades extranjeras. No digo que no se deba hacer pero os animo a visitar España que tiene muchos pueblos y ciudades increíbles que nos están esperando. Nada como perderse por sus calles, mezclarse entre su gente y disfrutar de sus buenos platos. Hoy, aunque estoy agotada del viaje y de tanto caminar, ya estoy deseando que llegue el próximo campeonato para descubrir otra ciudad española. Ya veis que los viajes no curan mi facilidad de "dispersarme", jajaja. Pues sigo, cuando llego al hotel, cansada de todo un día de turismo, sé que mi libro me está esperando, sea la hora que sea, y procuro leer algo antes de caer totalmente rendida y recuperar fuerzas para el día siguiente. Hoy os traigo la segunda parte del la serie de Smoky Barret (
aquí tenéis "El hombre sombra"). Tengo mis dudas de si publicarán las dos que faltan, ha pasado mucho tiempo desde que salió la segunda, pero prefiero tenerla al día por lo que pueda pasar.
Sinopsis
La agente especial Smoky Barret está acostumbrada a lidiar con el lado más espantoso del alma humana: ella misma lleva en su cuerpo y en su espíritu horribles cicatrices, resultado de sus encuentros con los asesinos en serie a los que ha dado caza. Pero esta vez se encuentra con un horror envuelto en un enigma: Sarah, una adolescente, aparece empapada en sangre en medio de los cadáveres mutilados de su familia adoptiva. Entre balbuceos, asegura que el extraño los ha matado... y que no es la primera vez que sucede. A medida que trata de acercarse al corazón de la joven, Smoky descubre una historia de increíble crueldad. La historia de una venganza que se remonta a los primeros años de la vida de Sarah, y que incluye la muerte de todos aquellos a los que, en algún momento, la muchacha ha llegado a querer en la vida. Smoky y su equipo del FBI se enfrentan a su peor reto, una mente calculadora y despiadada, un ángel convertido en demonio.
Con El hombre sombra, Cody McFadyen llevó el género del thriller de asesino en serie más allá de lo que ningún autor se había atrevido a hacer. El rostro de la muerte nos devuelve a su protagonista, Smoky Barret, envuelta en una espiral de tensión que nos obliga a contener el aliento hasta el brutal desenlace.
Empiezo diciendo lo mismo de siempre, leed los dos libros por orden. El autor nos explica cosas en el segundo que han pasado en el primero pero, aunque se pueda leer de forma individual, se pierden matices que son importantes. Smoky, tras todos los traumas pasados, intenta recuperar su vida que ha cambiado considerablemente, No es ella la única que debe cerrar cicatrices, también aquellos que la rodean (no quiero hacer spoiler del primero...). Aunque la vida sigue su curso, todavía son muchas las pesadillas que la despiertan por la noche. Nos encontramos ante otro asesino, cruel y despiadado, cuya violencia no deja indiferente al lector. Son escenas muy duras pero el autor logra que no sean demasiado desagradables y que el libro resulte totalmente adictivo, por lo menos para los que estamos acostumbrados a este tipo de novelas. He notado una evolución en la forma de escribir de McFadyen que me ha gustado mucho. Es un libro diferente al primero, tendremos que ir descartando sospechosos y pistas hasta el final. Seguimos conociendo a Smoky y a todos los personajes secundarios que ya nos había presentado en la primera parte. A pesar de tener más de 500 páginas es un libro que se lee de un tirón. No sabría decir cuál de los dos me ha gustado más, los dos me han enganchado y me han hecho pasar las horas pegadas a sus páginas sin darme cuenta del paso del tiempo (adiós reto de dormir más horas). Os recomiendo los dos libros a los que os gusta este género y hago un llamamiento a la editorial Umbriel para que no nos deje a medias y publique los títulos que faltan, aunque no creo que se pasen por aquí... jajajaja. Por hoy os dejo, todavía tengo que recuperarme del viaje, ha sido largo y con mucha tensión pero merece la pena. Me olvidaba decir que he estado en Albacete.
