Sinopsis
El siglo XXII, una carretera poco frecuentada, una sociedad dominada por el hedonismo, un mundo feliz... Sin saber quien es, ni de donde viene, aparece una muchacho que no encaja, parece procedente de otras épocas... Su presencia alterará la vida de una familia. Una historia de amor adolescente rodeada de misterio, entre dos mundos, dos sociedades, dos épocas diferentes, que terminan por tejer una extraña cinta de Moebius.
Cuando abrí el libro nos sabía exactamente qué me iba a encontrar y mi primera sorpresa fue el prólogo. Me impactó ya que el autor nos cuenta una parte de su vida (no quiero deciros nada para no hacer spoiler) y decirle que me alegro del resultado final... (un poco misterioso, ¿no?). El libro tiene dos partes. La historia arranca en el siglo XXII, en una sociedad totalmente distinta a la nuestra, con la aparición de un joven extraño, que no recuerda nada de su pasado. Se ve rodeado de situaciones que para él son totalmente incomprensibles, no encaja y no encuentra una explicación a por qué se siente tan diferente pues no tiene ninguna referencia anterior. Nuestro protagonista, al que llaman Daniel pues no recuerda ni su nombre, tiene que aprender convivir y adoptar las costumbres de una sociedad que no siente suya. La segunda parte nos sitúa en el año 1977, en una época que nos resulta más conocida, con unas costumbres que ya nos resultan más familiares y en la que Boy, un joven que tampoco encaja y que no entiende la forma de vivir de un pequeño pueblo en el que todos se conocen y él es el único extraño. No quiero contaros mucho porque es fácil meter la pata y desvelaros partes del libro que es mejor que descubráis al leerlo. Sí os voy a decir mis impresiones. Creo que el autor, y puede que me equivoque, intente decirnos que todos, durante la adolescencia, en algún momento nos hemos sentido perdidos, que hayamos sentido que no encajamos en el mundo que nos ha tocado vivir y que no nos sentimos comprendidos. No creí que el libro me fuese a enganchar tanto y que me fuese a hacer pensar como lo ha hecho. Sí, es un libro juvenil, digamos que no para niños demasiado jóvenes (y es que yo soy un poco carca) pues tiene alguna escena que, aunque a mi no me escandalice, no son aptas para menores... (tampoco es que sea tanto, no os asustéis). Si me preguntáis con qué sociedad de las que describe el libro me quedo os diré que las dos tienen su parte buena y su parte mala y creo que en el punto medio está la virtud. Se me han quedado muchas cosas en el tintero, pues es un buen libro para hacer un debate, pero el deber me reclama. Me ha sorprendido, me ha entretenido y me ha gustado así que muchísimas gracias César, he disfrutado mucho leyendo tu libro y te deseo todo lo mejor.
Hace tiempo, leyendo a un psicólogo muy famoso, que ahora no me acuerdo quien era, recuerdo que explicaba que la adolescencia era algo nuevo, algo surgido en los últimos siglos, que antiguamente a los 14-15 años ya se casaban y asumian las responsabilidades adultas, la maduración del cuerpo y del papel social se daban a la misma vez. Pero la sociedad ha ido complicandose, para ser adulto hace falta mucho más, hay que estudiar, hay que vivir en una sociedad con muchas más diferencias... y en consecuencia ha surgido un periodo de nuestras vidas en que nuestro cuerpo es adulto pero no somos adultos para la sociedad. Ese periodo es la adolescencia, unos años llenos de cambios y, por tanto de dudas, y todo se complica si la sociedad en si cambia notablemente (los años 70-80 en España fueron de vértigo), nos sentimos incomprendidos (ayer y hoy) y, lo peor, no nos entendemos ni nosotros.
ResponderEliminarEvidentemente no voy a contar la historia, pero he querido huir de las distopias y de personajes heróicos y transcendentes, he procurado que sean de carne y hueso, con contradicciones.
No pienso que sea muy escabroso, más bien diría que es un libro mojigato ;-) al menos si lo comparamos con libros como los que lee mi hija.
Bienvenido César, muchas gracias por entrar y por tu comentario. Es un honor recibir visitas de escritores en ese humilde blog.
EliminarEstoy de acuerdo en lo que dices, o más bien lo que dice "el filósofo de nombre desconocido". El concepto de adolescencia ha variado mucho a lo largo de la historia de la humanidad. No tiene nada que ver nuestra adolescencia con la de nuestros hijos, ni la de nuestros padres con la nuestra... Creo que la nuestra, en cierto modo, fue más sencilla. No teníamos tantos adelantos tecnológicos ni tanto bombardeo publicitario por lo que había menos competencia entre nosotros. También hay más factores pero no quiero extenderme mucho.
En cuanto al tema de la edad de lectura no sé si me he expresado bien. Para nada es un libro escabroso pero quería recalcar que es un libro juvenil, no infantil. Nuestros adolescentes están curados de espanto en cualquier casa que tenga una televisión...
Muchas gracias otra vez por permitirme conocer tu libro y la parte de tu vida que compartes con tus lectores.
Yo no opino igual, yo no veo distintas las adolescencias, un poco como en el libro, no depende de lo que uno tiene, es lo que uno es y bombardeo publicitario teníamos y mucho en la TV. La segunda parte, como explico en el prologo, tiene bastante de autobiográfica, incluso Carije existe, el ambiente de aquellos años es bastante parecido al del libro. La adolescencia siempre tiene algo de rebeldía, la adolescencia es una edad de lucha por la independencia, mos vamos alejando de nuestros padres que han sido la guía de nuestra vida y asumimos nuestras propias decisiones, el adolescente es un "rebelde sin causa", aunque a mi generación, por las ciecunstancias de España de aquellos años, fuimos "rebeldes con causa".
EliminarGracias por darme la oportunidad de dialogar con mis lectores.