Sinopsis
Cuando aparece el cuerpo de una joven bajo las aguas congeladas del lago Grant, una nota que se encuentra bajo una piedra en las proximidades apunta a que se trata de un suicidio. Pero en muy poco tiempo, esta hipótesis da paso a otra mucho más posible: un brutal asesinato a sangre fría. La doctora del condado de Grant, Sara Linton, se ve envuelta en el caso sin quererlo. El principal sospechoso pide con desesperación reunirse con ella, pero cuando Sara llega a la comisaría de policía se encuentra con que el sospechoso está muerto en su celda y las palabras "no he sido yo" están escritas por las paredes. Poco después, el agente Will Trent regresa apresuradamente de sus vacaciones para investigar, tras la llamada de Sara, pero no contaba con topar con una pared de silencio. Y la única persona que podría ayudar a aclarar lo que realmente sucedió está muerta...
Sara va a visitar a su familia y, lo que menos se espera, se ve envuelta en un caso muy complicado por lo que le pide a su amigo, Will Trent, que le ayude... Karin Slaughter nos lleva al pueblo de Sara, un lugar pequeño donde todos se conocen y guardan más de un secreto y donde su marido era el jefe de la policía local. Allí Sara debe enfrentarse a muchos recuerdos y a la persona que considera responsable de la muerte de su marido. Me he enganchado, cosa que no es nueva, y me he quedado pegada a las páginas del libro. Ahonda en la relación entre los personajes principales, que ya conocemos de la novela anterior, así que os recomiendo leerlos por orden. Es un libro de lectura amena, ágil y con una trama un tanto complicada en la que costará encajar todas las piezas. Sorprendente final para un libro que me ha gustado mucho y que me ha dejado dudas con respecto a uno de los personajes, no sé muy bien qué pensar... Os animo a leer la serie, pronto volveré con la siguiente entrega.
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