Sinopsis
Shug Atkins tiene trece años y vive en una casa junto a un cementerio. Su padre, que quizá no lo lo sea, lo mira con "esa mirada suya que me amenazaba con una muerte rápida que se hace eterna"; y, aunque es obvio que lo detesta, se sirve de él pare entrar en casas de médicos y enfermos y robar barbitúricos. Glenda, la madre, es una belleza que ha conocido mejores días. Un día irrumpe en la vida de estos tres seres un hombre amable, cortés, con un coche elegante. Despierta sueños dormidos, aviva pasiones prohibidas. La muerte del pequeño Shug es un implacable relato sobre la pérdida de la inocencia y la perversión del concepto de familia, en el que Daniel Woodrell demuestra una vez más, como en "Los huesos del invierno", su dominio narrativo y su sensibilidad para ahondar en los límites de la novela negra.
Daniel Woodrell escribe novelas duras, en ambientes marginales y con niños como protagonistas lo que hace que sean más fuerte si cabe. Shug es un niño que vive rodeado de unos adultos que dejan mucho que desear: un padre (que puede que no lo sea) drogadicto y ladrón; una madre que se refugia en el alcohol para olvidar su desgraciada vida, su abuela, su tío... Todo ello hace que la vida de Shug no sea como debería ser la vida de un niño de trece años. El libro trata temas como la delincuencia, la adicción a las drogas, el alcoholismo, los malos tratos... temas escabrosos que provocan el final de la infancia y la inocencia. Un libro conmovedor y duro pero muy difícil de soltar. Es un libro corto pero intenso, En apenas 200 páginas el autor consigue transmitirnos una gran cantidad de sentimientos y dudo que pueda dejar a alguien indiferente. El final... tendréis que leerlo. Me ha encantado a pesar de la dureza y espero que podamos disfrutar de más libros de este autor en España.
Daniel Woodrell escribe novelas duras, en ambientes marginales y con niños como protagonistas lo que hace que sean más fuerte si cabe. Shug es un niño que vive rodeado de unos adultos que dejan mucho que desear: un padre (que puede que no lo sea) drogadicto y ladrón; una madre que se refugia en el alcohol para olvidar su desgraciada vida, su abuela, su tío... Todo ello hace que la vida de Shug no sea como debería ser la vida de un niño de trece años. El libro trata temas como la delincuencia, la adicción a las drogas, el alcoholismo, los malos tratos... temas escabrosos que provocan el final de la infancia y la inocencia. Un libro conmovedor y duro pero muy difícil de soltar. Es un libro corto pero intenso, En apenas 200 páginas el autor consigue transmitirnos una gran cantidad de sentimientos y dudo que pueda dejar a alguien indiferente. El final... tendréis que leerlo. Me ha encantado a pesar de la dureza y espero que podamos disfrutar de más libros de este autor en España.
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