"El violonchelista de Sarajevo" de Steven Galloway

Hoy toca una novela basada en hechos reales, ya sabéis lo que me gustan. Nos vamos a la guerra de Bosnia y el asedio de Sarajevo. Es historia reciente, muchos de nosotros la hemos vivido y todavía recordamos las imágenes en la noticias (yo por lo menos...). La portada del libro tiene muy poco que ver con el contenido, puede llevar a engaños y, para mi gusto, no refleja el contenido real de lo que encierra dentro. Es un libro de los que invita a "investigar" y ampliar conocimientos históricos, nunca está de más.

Sinopsis

La historia de cuatro personas que intentan sobrevivir en una ciudad asolada por los estragos mientras un afligido violonchelista toca impertérrito en mitad del caos. Un día, un obús cae sobre la cola que hay formada frente a una panadería y mata a veintidós personas, mientras el violonchelista lo ve todo desde su piso. Se hace la promesa del sentarse en el cráter que ha dejado el mortero y tocar el Adagio de Albinoni una vez al día, y un día por cada una de las víctimas. Mientras tanto, Kenan se arma de valor para emprender su caminata semanal por las peligrosas calles en busca de agua para su familia. Y Dragan, un hombre al que Kenan no conoce, intenta llegar al lugar donde trafica con comida y sabe que conseguirá protección. Ambos están prácticamente paralizados por el miedo, sin querer hablar con sus antiguos amigos de cómo era la vida antes de que las divisiones se multiplicasen en su ciudad. Y también está Flecha, el pseudónimo de una diestra francotiradora a quien se le pide proteger al violonchelista de otro francotirador oculto que tiene intención de matarle mientras toca su homenaje a las víctimas.

Un libro muy corto pero no por ello con poca intensidad. Steven Galloway consigue que nos metamos de lleno en Sarajevo, en pleno asedio. Una ciudad destruida por las bombas y con el horror añadido de los francotiradores que no siguen ningún tipo de patrón a la hora de elegir sus próximos objetivos. Estamos hablando de 1992, se puede decir que fue ayer cuando tuvieron lugar estos hechos. Fue un asedio de tres años y se me pone la piel de gallina pensar en una vida así. Sientes el miedo de los protagonistas, sus preocupaciones, su afán por conseguir salir adelante en medio del caos. Cada día puede ser el último pero no cejan en su empeño de sobrevivir esperando tiempos mejores. Y en medio de todo el caos el violonchelista que rinde homenaje, exponiendo su propia vida, a las veintidós víctimas que hacían cola para conseguir su ración de pan. Unos hechos estremecedores pero el autor no se recrea en el morbo por lo que no resulta una lectura desagradable, Sí es triste, sí debería hacernos pensar y sí nos muestra una realidad muy reciente. Es una novela de sentimientos y de superación. Vemos la reacción de cada uno de los personajes en los momentos duros que les ha tocado vivir, qué sienten y cómo intentan protegerse de los recuerdos de la vida anterior que podrían hundirlos en la desesperación.  Me ha parecido muy buen libro, muy bonito, bien escrito y muy recomendable. 

En el libro, como ya os dije, se habla del adagio de Albinoni, que también tiene su historia curiosa. Es la pieza que interpreta el violonchelista cada día y durante veintidós días. Os dejo una de las interpretaciones que encontré en internet para que podáis ponerla como música de fondo mientras leéis este precioso libro.