Sinopsis
En el parque Brockwell, una tranquila zona residencial al sur de Londres, la policía encuentra a una pareja brutalmente atacada y encerrada en su casa durante tres días, aunque aún les queda algo peor por descubrir: el hijo de ocho años ha desaparecido. Cuando el detective Jack Caffery llega y analiza las pocas pistas que tiene, encuentra inquietantes semejanzas con oscuros acontecimientos de su propia experiencia: la desaparición de su hermano cuando tenía nueve años, posiblemente a manos de un pederasta de la zona, y cada vez le resulta más difícil mantener la objetividad en el caso. A medida que la investigación y los análisis forenses avanzan, Caffery ve más conexiones entre pasado y presente, y entonces sus pesadillas se hacen reales...
Volvemos a encontrarnos ante una historia muy dura, brutal. Jack Caffery sigue atormentado por su pasado y no ha perdido las ganas de encontrar y detener al culpable de la desaparición de su hermano. El caso que tiene entre manos tiene muchas semejanzas con lo que su familia ha vivido veinticinco años atrás. Nos parece, al principio, que estamos muy cerca de la solución, que será algo totalmente previsible pero la autora nos sorprende con unos cambios que nos hacen replantearnos todo lo que sospechábamos hasta ese momento. Esto hace que cada vez te enganche más la historia, que no puedas parar de leer y que, a pesar de la dureza de ciertos pasajes, disfrutes de una novela negra (o muy negra llegado el caso). Los personajes están bien definidos y poco a poco nos va dando a conocer pìnceladas de sus vidas. Un buen libro para aquellos que les guste la novela negra pero, como hice con la novela anterior de Mo Hayder, estad preparados para escenas que os pondrán los pelos de punta. Ahhh, no quiero olvidarme, imprescindible leer "El caso Birdman" antes.
Holaaaaaaaaa...., jajaja, aqui, haciendo una escapadita para charlar de lo nuestro...jajajaj. Pelos de punta??..jajaja, si en Birdman tenia que escapar de "las salpicaduras", el Tratamiento ya no me pilló por sorpresa. Eso sí, negrita negrita..., y el mal cuerpo no te lo quita nadie...aaaayyyy.
ResponderEliminarClaro que, empiezo a pensar que estoy al borde del masoquismo?....
Un besazo Cuqui, y vuelta a abrigarnos...ufffffffff.
Hola Reyes!!!!! ¿Salpicaduras? Son charcos!!! jajajaja. Algo de masoquistas sí tenemos, anda que no nos gusta "sufrir" con una buena novela negra... También tengo que decir que hay muchas veces que me da más miedo mirar las noticias, eso sí es escalofriante y los libros sabemos que, en casi todos los casos, es pura ficción.
EliminarLo de abrigarnos no lo tengo muy claro, hay días que pasamos por las cuatro estaciones... así es la primavera.
Un beso y tengamos esperanza, volveremos a la playa pronto, jajaja