Sinopsis
Karen es una fierecilla abandonada que ni siquiera sabe hablar cuando su tía Isabelle se hace cargo de la industria atunera que acaba de heredar, y descubre con sorpresa su existencia. Gracias al tesón y al cariño de Isabelle, la niña empieza a hablar y va a la escuela, pero se le diagnostica una suerte de autismo funcional. Ello no le impedirá llegar a la universidad o tener ideas brillantes para el negocio familiar, aunque sus comportamientos y puntos de vista chocarán siempre con las ideas establecidas y será causa de situaciones embarazosas o cómicas. El relato de Karen, más lúcida que muchos de los que la rodean, reivindica la intuición y los sentidos frente a la razón, el derecho a ser diferente. Su particular sensibilidad no siempre es comprendida por los otros. Dura pero frágil, incomprendida y genial.
Tengo opiniones contradictorias con este libro, me explico: no es, en absoluto, lo que me esperaba. Está contada por Karen (Yo), una niña con síndrome de Asperger, que nos va relatando, desde su punto de vista, cómo transcurre su vida a partir del momento en que es "rescatada" por su tía. Me ha recordado a lo que, según cuentan, pasaba antiguamente con algunos niños diferentes o especiales: estaban condenados a vivir escondidos y apartados de la sociedad. Gracias a Dios la vida ha cambiado y en la actualidad, salvo casos muy excepcionales, no existe ese tipo de abuso o maltrato. Karen va pasando por situaciones que en muchos caso me han parecido surrealistas. La niña me inspira ternura pero la novela no ha terminado de convencerme. No es que no me haya gustado pero no me ha encantado que era lo que me esperaba. Me ha parecido un poco largo el tema de los atunes, prefería que tratase más el tema de la niña, del autismo y que nos ayudase a conocer mejor el mundo de estos niños. Me he quedado con ganas de más así que buscaré, para mi lista de pendientes, un libro que cumpla mejor mis expectativas.
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