lunes, 31 de agosto de 2015

"La suerte de los irlandeses" de J. L. Rod

Hoy termina el mes de agosto (que ha pasado, climatológicamente hablando, sin pena ni gloria) y las fiestas de Ferrol que este año no han estado "muy allá" (como dicen en esta tierra). Ayer sí pude disfrutar de un concierto de Ara Malikian. No tenía ni idea de quien era pero me ha encantado. Os recomiendo que vayáis a verlo, si tenéis la ocasión. Además de buen músico es un personaje muy simpático y tiene una forma muy original de contar su historia. En teoría hoy tocan los fuegos de San Ramón pero viendo la que está cayendo... parece que la lluvia nos está anunciando el final del verano y la vuelta al duro invierno, toca ponerse la pilas y poner las cosas que hemos retrasado al día. ¡¡¡Qué dura es la vuelta!!! Para suavizar un poco la cosa empiezo serie nueva siguiendo la recomendación de unas grandes amigas. No sé qué nos pasa pero cuando vemos la palabra serie parece que sea como un imán, debe ser que tenemos pocas series entre manos y que necesitamos engancharnos a otras nuevas, jajaja. Creo que ya tengo detectives, inspectores y policías de todas las nacionalidades, hombres y mujeres, altos y bajos, guapos y feos... y sigo sumando nuevos a la colección. Creo que si los tengo que reunir a todos me haría falta un estadio de fútbol. Algunos son predecibles, otros más sorprendentes pero casi todos me entretienen y me gusta intentar resolver los casos con las pistas que van descubriendo. Me gusta seguir su vida y su evolución en los distintos libros que componen las series y a algunos ya los considero parte de la familia, espero que vuelvan a casa por Navidad...


Sinopsis

Pat MacMillan es un investigador intuitivo, ácido y políticamente incorrecto, con una irrefrenable tendencia a las frases lapidarias. Un personaje inolvidable que ha conquistado ya a decenas de miles de lectores a través de las páginas de este best seller internacional.
Español de raíces irlandesas, MacMillan trabaja en un departamento del CNI que no tiene nombre ni figura en el organigrama. Se ocupa de las operaciones de las que ningún otro de los tres mil quinientos agentes puede ocuparse, salvo que esté dispuesto a ir a la cárcel por violar en una misma mañana cuatro o cinco artículos del Código Penal. Cuando en pleno día de Nochebuena se dispone a comenzar unas largas vacaciones, MacMillan recibe dos malas noticias. La primera de ellas, que hay un topo de ETA infiltrado en los servicios secretos. La segunda, que el agente elegido por el Gobierno para identificar al topo y detenerlo es precisamente él. Así arranca este trepidante thriller que demuestra que las cosas no son siempre como parecen. O tal vez sí...

Tengo que decir que al principio, cuando vi el argumento, tuve mis dudas si leerlo o no. El tema que trata no es que sea de mi agrado (y así me lo dijo una de mis amigas) pero también me dijo que era un buen libro y que le había gustado mucho. La tentación fue mayor que la reticencia... Me encontré con una novela adictiva, entretenida hasta la saciedad y un detective con un humor ácido muy elocuente. Es una novela ágil que te capta y te cuesta dejar de leer. Pat MacMillan es políticamente incorrecto, algo canalla y aficionado a la buena cocina (en el libro podemos encontrar algunas recetas interesantes que seguramente probaré). La trama se va complicando a medida que avanzamos y nos sorprende con giros constantes. Trata temas que están de actualidad (la corrupción, por desgracia, está a la orden del día) y temas de actualidad que nos suenan (no quiero hacer spoiler). Un libro con sorpresas hasta el final y que os recomiendo. Ya he añadido a Pat MacMillan a mi lista de detectives y seguiré su pista. Ahora tengo que dejaros, probaremos suerte a ver si la lluvia nos deja disfrutar de los fuegos artificiales.


Os dejo el booktrailer del libro, apetece ¿verdad?


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