jueves, 31 de julio de 2014

"El silencio de las palabras" de Jean Kwok

Tocaba cambiar de registro y leer un libro con otra temática distinta. Es de hace unos años y no sé si es que se me había olvidado o lo había traspapelado. Me lo recomendó una buena amiga y, como nunca me defrauda, le hice caso sobre la marcha. En momentos de "crisis" que no sabes qué libro coger, siempre recurro a buenas amigas que sé que me van a aconsejar bien. Nos consideramos un poco "agonías" porque nos apetecen todos los que vemos en las librerías, nos podemos pasar más de una hora viendo portadas y leyendo argumentos de los libros que tienen en las estanterías ¿será una enfermedad? jajajaja. Bueno, pues fiándome otra vez de mi amiga me pongo con Jean Kwok y veremos qué pasa.


Sinopsis

Escrita con una voz inolvidable, esta novela relata las experiencias de una joven inmigrante china en el Brooklyn de los años setenta, que crece rodeada de una lengua y un mundo que sólo puede entender a medias, y siempre a caballo entre el amor a la tradición y el deseo de avanzar hacia un futuro mejor. Tras la muerte de su padre, Kim Chank deja Honk Kong con once años para trasladarse junto a su madre a Nueva York. Ahí tendrá que integrarse en una lengua y cultura nuevas, donde sus expectativas chocan frontalmente con la realidad. Al iniciar la escuela en esta ciudad tan apasionante como hostil, le cuesta mucho seguir las clases porque apenas conoce el idioma. Acostumbrada a ser una brillante estudiante, empieza a faltar al colegio. Por si fuera poco, el piso donde les ha tocado vivir es un lugar insalubre lleno de cucarachas y sin calefacción, y por las tardes tiene que trabajar en el mismo taller de confección que su madre, donde sus tíos las explotan sin miramientos. En la fábrica conoce a Matt, un chico que no tardará en convertirse en un fiel amigo y por quien sentirá un creciente amor, que tendrá que ocultar. En medio de dos mundos que no se tocan, Kim aprenderá a saltar de una lado a otro del abismo para poder sobrevivir y evitar así el duro destinos que les ha tocado vivir a ella y a su madre.

Lo primero decir que esta novela tiene un punto autobiográfico ya que la autora también emigró a Estados Unidos cuando era pequeña y se vio obligada a ayudar a su madre en el taller donde trabajaba para poder subsistir. Hay otros aspectos del libro que también coinciden con la vida de Jean Kwok pero tendréis que leerlo para conocerlos. Dicho esto el libro me ha encantado. Es un libro agridulce pero muy bonito. La explotación infantil, la dureza del trabajo en talleres clandestinos, el esfuerzo para pagar la deuda por emigrar a un país y conseguir, los más afortunados, una vida mejor... Todo esto se puede ver en este libro. La superación, el trabajo, el sacrificio por lograr unas metas en la vida. El respeto a las tradiciones y las ansias por integrarse en un mundo totalmente distinto al que conoces. Tiene tantas cosas que es difícil plasmarlas todas. Está escrito con mucha sencillez y en primera persona así que no es difícil meterte en la historia que narra. Me llamaron la atención las expresiones chinas que utilizan los personajes, no tienen desperdicio. Me he quedado con ganas de leer más libros como este, lo apuntaré en mi lista. Creo que os gustará y que si lo leéis no os vais a arrepentir.

2 comentarios:

  1. ainsssss, para variar se lo comió se lo comió se lo comiooooo, jajajjaaj, bueno, pues te libras y este será mas corto. A mi también me encantó, que dura pero que bonita a la vez, y que ganas de ahogar a la "personaja", claro que ese instinto debe ser por la influencia de ese lado oscuro al que me estáis arrastrando, jajajaj, bueno, pues ya sabes, ve buscando otra de ese tipo, apetece leer libros como este de vez en cuando, muchas gracias por tu blog, es imprescindible para mi, me encanta, un beso enorme

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    1. Jajajaja, blogger va a acabar con nosotras... Gracias por recomendarme este libro, me pareció precioso y, como dices, a la "personaja" te entran ganas de todo, y nada bueno, jajaja. Yo te doy la bienvenida al lado oscuro, ya has visto que tiene su cosa y que es entretenido. Tengo varios títulos pendientes de este estilo, en esa lista que crece y crece. Algún día llegaré a ellos y os lo contaré aquí. Muchas gracias por lo que dices del blog, menos mal que no se me ve la cara porque estoy colorada como un pimiento. No me merezco las amigas que tengo. Un besazo y a seguir leyendo: negro, blanco y sí, de vez en cuando rosa.

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